lunes, 5 de mayo de 2014

caza con chilla

La caza con chillo o chilla, es una modalidad bastante eficaz y muy recomendable durante todo el periodo reproductor, pues la baja de algún adulto no suele ser determinante en este periodo más sensible ya que otros miembros familiares se encargarían de la ceba de los cachorros, si los hubiera. 

La chilla es un instrumento sencillo que produce un ruido soplando y haciendo vibrar una lámina tensa. Ese chillido, cuando está bien practicado, se asemeja al de un conejo cuando es capturado y chilla. El chillido corto e intermitente hace acercarse a los lepóridos, conejos y liebres, y el chillido largo y prolongado atrae al zorro pues cree que se trata de un conejo en peligro, pillado o herido, que chilla. Los expertos producen ese ruido de un gazapo herido con una hoja de encina u otro árbol, una hierba, incluso chupándose la mano. También acuden los zorros a otros sonidos propios de aves o animales indefensos, como piar de pollos o maullidos de gatitos, siempre que parezca una cría indefensa y que el sonido se produzca en la época adecuada. Algún anillador se ha llevado la sorpresa de recibir a un zorro en lugar del macho de codorniz. La chilla tiene muchas posibilidades, pues algunos expertos también imitan el gañido de un zorro adulto durante la época de celo, lo que provoca la presencia tanto del macho para defender el territorio, como de la hembra para aparearse. El engaño por estos especialistas se completa cuando se combina el tauteo del adulto con el chillido del conejo. El camuflaje y el aire son determinantes. 

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